El uso de tecnología para contribuir en los procesos de aprendizaje es algo que cada día se vuelve más cotidiano: desde las posibilidades de colaboración en línea, la enseñanza a distancia, el uso de dispositivos móviles como complemento en procesos de aprendizaje y más. Sin embargo, ver cómo cualquier mesa se convierte en un espacio colaborativo de interacción aumentada en donde varios estudiantes pueden intercambiar documentos, gráficas e imágenes para construir proyectos en común, todavía suena a una visión del futuro. Pero para un grupo de investigadores, dirigidos por el doctor Fernando Gamboa Rodríguez , esto es ya parte de la vida cotidiana desde hace varios años.
Esto es el “Aula del Futuro”, un espacio que cuenta con superficies interactivas en donde varios usuarios pueden colaborar sin tener que hacer uso de ratones o teclados: basta colocar, mover o quitar elementos físicos en la superficie para llevar a cabo todas las acciones que se llevan a cabo con una computadora.
Este tipo de mesas interactivas se han implementado con distintos enfoques educativos, desde niños que juegan e intercambian imágenes y animaciones multimedia —interactuando de la forma más natural, aprendiendo a moverse en estos entornos, como si salir a jugar a la pelota se tratara—, hasta científicos y estudiantes de ciencias en donde usan este tipo de dispositivos instalados en laboratorios de investigación de la UNAM para compartir y aprender de una forma más eficiente.
El Aula del Futuro, incluso ya tiene elaborado un sistema llamado “Lego Docs”, que se basa en la metáfora de construcción de fragmentos de información digital para comparar, discutir y llegar acuerdos en el trabajo cooperativo y colaborativo.
Y a pesar de los avances, siguen viendo hacia el futuro y el proyecto continúa creciendo.
Una visión más pragmática se impone en la aplicación al aula de medios digitales
FRANCESC PEDRÓ21/11/2011
En educación existen dos puntos de vista extremos con respecto al uso de la tecnología. Por una parte, están sus defensores a ultranza, a quienes se ha dado en llamar evangelistas, y que recuerdan que una integración óptima de la tecnología permitiría cambiar el paradigma de la educación escolar, centrándolo mucho más en la actividad del alumno. Por otra parte, también hay voces que sostienen que la tecnología no es ni más ni menos que una fuente de entretenimiento que no hace más que distraer a los alumnos, y a sus docentes, de lo sustancial: aprender cosas serias.
Curiosamente, ninguna de estas dos perspectivas parece responder a las preguntas que un profesional de la docencia generalmente se hace y que básicamente tienen que ver con la mejora de las prácticas de enseñanza y aprendizaje, y de los resultados educativos. Por esta razón, comienza a cobrar fuerza una nueva visión centrada en el realismo: ¿Servirán estas soluciones a "docentes como yo", es decir, a profesionales que ni pretenden ser paladines de la tecnología ni tampoco acérrimos protectores de la pizarra, sino sencillamente buenos docentes?
A estas alturas no debería ser necesario recordar las razones por las que cabría esperar que la tecnología tuviera ya una mayor presencia en las aulas. Para empezar, las hay relacionadas con los cambios en las demandas de los mercados laborales; de hecho, sabemos a ciencia cierta que la mayor parte de los alumnos que hoy están en las aulas de la ESO tendrán trabajos en los que la tecnología y el conocimiento tecnológico serán capitales. En segundo lugar, está la cuestión de la brecha digital. Ahí la escuela sigue siendo un bastión muy importante. En tercer lugar hay que recordar una vez más el flaco favor que conceptos como el de nativos digitales hacen a la educación al presuponer, erróneamente como se ha demostrado de forma empírica en multitud de ocasiones, que por el mero hecho de ser diestros en el manejo de determinados dispositivos, aplicaciones o servicios son automáticamente maduros en términos de competencias requeridas y de valores y usos responsables de la tecnología. ¿Dónde, si no es en la escuela, se puede aprender a manejar responsablemente la información y a transformarla en conocimiento? ¿Dónde se puede aprender a cooperar y a no plagiar?
En todo caso, es innegable que las tecnologías digitales forman parte indisociable del paisaje escolar: el 93% de los alumnos de 15 años de la OCDE asisten a una escuela en la que cuentan con acceso a un ordenador y prácticamente el mismo porcentaje (92,6%) dispone igualmente de acceso a Internet. España se encuentra, en este sentido, ligeramente por debajo de la media (90%), pero ciertamente con una cifra nada despreciable.
Pese a todo, cuando se examinan con detalle los datos acerca de los usos escolares de la tecnología emerge una imagen extremadamente compleja. Por una parte, el porcentaje de alumnos de 15 años de edad en los países de la OCDE que usa como mínimo 60 minutos a la semana el ordenador en el aula es siempre inferior al 4% en todos ellos y apenas alcanza el 1,7% en el caso del área de matemáticas. Y son estos mismos alumnos los que, en un 50%, utilizan prácticamente a diario la tecnología para realizar sus tareas escolares... en casa. Por otra parte, más del 75% de los docentes utiliza casi diariamente el ordenador para la preparación de sus clases o para la realización de tareas administrativas, por no hablar de los usos privados, cuando apenas se sirve de él en el aula.
De esta realidad tan compleja hay quien hace lecturas extremadamente simplistas, ya sea para denigrar las inversiones realizadas o, lisa y llanamente, para enviar un mensaje de desconfianza hacia la escuela y los docentes, a quienes se les exige un esfuerzo titánico de cambio de paradigma. Sin embargo, la complejidad de los datos exige una buena dosis de realismo: lo que funciona en tecnología y educación son aquellas soluciones que permiten llevar a cabo el trabajo escolar de forma más eficiente. Esto explica por qué, por ejemplo, los alumnos utilizan masivamente la tecnología para sus trabajos escolares, aunque siendo, como muchos son, huérfanos digitales de cualquier tipo de influencia educativa sobre esta materia, confundan eficiencia con plagio o prescindan de cualquier esfuerzo de procesamiento crítico de la información -razón de más para insistir de nuevo en la importancia de la escuela en este ámbito-.
Y esta misma búsqueda de la eficiencia explica también por qué los docentes encuentran óptimas las soluciones que la tecnología les ofrece para preparar sus clases o presentar mejor los contenidos en el aula, pero no todavía para cambiar sus formas de enseñanza. Muy probablemente las soluciones tecnológicas que se proponen no son suficientemente convincentes para la gran mayoría de "docentes como yo", probablemente porque el esfuerzo que exige su adopción no parece suficientemente recompensado, ni por el sistema en forma de incentivos para la carrera profesional, ni por los resultados obtenidos, ya que la forma y los contenidos de lo que hoy se evalúa no se corresponden todavía con las expectativas y las necesidades de la sociedad y de la economía del conocimiento.
Los datos sobre la intensidad y la variedad de los usos de la tecnología en el aula no transmiten la imagen que tal vez cabría esperar de la escuela de la sociedad del conocimiento. El análisis de las buenas prácticas en materia de tecnología y escuela muestra que uno de los factores más importantes es el maridaje entre el compromiso profesional docente, con un marco institucional favorable y un liderazgo escolar que le apoye. Si realmente se desea que las buenas prácticas se generalicen, el sistema escolar en su conjunto debe ser permeable a la innovación sistémica; es decir, debe contar con herramientas que permitan examinar con realismo en qué tareas o para qué problemas docentes pueden existir soluciones tecnológicas apropiadas, que mejoren la eficiencia del trabajo escolar o, sencillamente, que lo hagan aún más interesante.
Puede que la tan deseable revolución en el paradigma de la educación escolar todavía tarde en llegar, pero la escuela y muchos docentes, lo mismo que los alumnos, se están moviendo: han depositado su confianza en unas soluciones tecnológicas que les permiten trabajar de forma más eficiente. Y, en el caso docente, este trabajo consiste hoy en buscar fórmulas que permitan que los alumnos aprendan más, mejor y, probablemente, distinto.
Francesc Pedró es jefe de la Oficina de Tecnologías de Información y la Comunicación de la Unesco. Es autor del documento básico que presentará en la Semana Monográfica de la Educación de la Fundación Santillana, que se celebra en Madrid entre los próximos días 21 y 25 de noviembre bajo el título La educación en la sociedad del conocimiento.
Influencia de las nuevas tecnologías en las vidas de los y las menores
El ordenador, el televisor, la consola, el móvil…, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se han convertido en algo habitual en el día a día de las personas, y los menores conviven con ellas desde que nacen, por lo que pronto se convierten en algo natural en sus vidas y pueden aportar elementos positivos en su desarrollo: acceso a la información, incentivar la comunicación, la colaboración y ampliar formas de diversión.
Debido a la influencia que estos avances ejercen en los menores, la familia no queda ajena a estas transformaciones y a muchos progenitores les provoca una sensación de vértigo, desconocimiento, impotencia e incertidumbre en su vida cotidiana.
Regular y conocer el uso de las TIC es una experiencia a la que se enfrentan los miembros de las familias, que repercute en las relaciones familiares y en el papel que cada uno desempeña en las mismas.
El hogar y la escuela se configuran como los espacios preferentes para la adquisición de pautas y criterios sobre el uso de las TIC. Por eso, los padres y madres deben enseñar a sus hijos e hijas a aprovechar las posibilidades de estos sistemas y hacer un buen uso de los mismos.
Internet en un solo clic
Una de las fuentes que más dudas genera a las familias es el ordenador debido a que los niños y niñas se acercan a la pantalla a edades cada vez más tempranas, y lo hacen por lo general para jugar, navegar y chatear con sus amistades. Internet se ha convertido en una increíble herramienta de información y comunicación, pero también puede llegar a ser un recurso comprometido si los menores acceden a la red sin una supervisión y un asesoramiento adecuados.
Colocar el ordenador en un lugar de uso común de la casa, crear una página de inicio con enlaces a sitios de confianza e interesantes para los niños y niñas, crear listas de favoritos con el mismo propósito, informarse y advertir sobre cómo proteger los datos personales y sobre el peligro del correo no deseado (spam) o los virus, son algunos de los consejos que padres y madres deberían tener en cuenta para afrontar este problema.
Para garantizar un uso seguro de Internet debemos evitar que los niños y niñas accedan a contenidos inapropiados y que contacten con extraños, ya que estos son los principales problemas a los que se exponen en la red. Es necesario crear una red segura, con contenidos específicos y puertas para cerrar el acceso a los contenidos inadecuados. Pero, como estos programas pueden fallar, los expertos recomiendan a los padres y madres educar e informar a sus hijos e hijas acerca de su correcta utilización. Para ello es necesario que las familias comprendan que la red puede entrañar los mismos peligros que la calle, y por eso no deben dejar a los menores navegando solos.
Las familias también pueden acceder a cursos de formación específica que ofrecen los Telecentros, las AMPAS o los ayuntamientos, lo que les ayudará a sentirse más seguras en el uso de estas nuevas tecnologías.
La televisión
Las familias deben procurar que el televisor sea sólo un entretenimiento más de los muchos que están al alcance de los niños y niñas. Por eso es muy importante que los padres y madres pongan cuidado y no tengan encendido el televisor durante todo el día, ya que en ocasiones se convierte en la única compañía de los menores y puede llegar a limitar la comunicación entre los miembros de la familia.
Al no requerir esfuerzo físico ni intelectual, el televisor se ha convertido en una de las formas de entretenimiento más habitual entre los niños y niñas. La rutina de ver la tele es una de las fuentes de conflicto más comunes entre padres e hijos. Es difícil llegar a un acuerdo sobre el número de horas que los menores pueden estar viendo sus programas favoritos o qué tipo de espacios pueden ver o no.
Lo primero que los padres y las madres deben saber es que la lucha por las audiencias está ganando terreno y las cadenas han relegado a un segundo plano los programas informativos y educativos, una tendencia que puede tener efectos muy negativos en los menores. Pero no es necesario prohibir a los hijos e hijas ver la televisión, sino que hay que seleccionar muy bien la programación más adecuada para los menores y enseñarles a tener una actitud crítica frente a los contenidos de los programas. Una fórmula cómoda y útil que pueden seguir los padres es grabar los espacios que sí merecen la pena que vean los más pequeños para poder reproducirlos en los momentos en los que la programación no ofrece nada conveniente.
Los videojuegos
Los videojuegos también han entrado a formar parte de la vida de los más pequeños en diferentes formatos, dinámicas y temáticas. Aunque las escenas de los videojuegos no sean reales, los niños y niñas pueden verse influenciados por ellas, y por eso los adultos deben escoger muy bien qué tipo de juegos son los más adecuados teniendo en cuenta la edad y el contenido de los mismos. Muchos sitios web ofrecen reseñas editoriales de los videojuegos que sirven para orientar a las familias sobre este tema, también en las carátulas de los videojuegos debe haber indicaciones claras sobre la edad recomendada.
Es conveniente seleccionar juegos que favorezcan la participación, la interacción de varias personas y que refuercen valores positivos y la adquisición de destrezas.
Tampoco es conveniente que los padres tengan miedo a unirse al juego. Al contrario, con esta práctica evitarán que el menor se aísle en su mundo. Y todo ello sin olvidar regular el tiempo que los más pequeños dedican a este tipo de entretenimiento.
Los móviles
relacionarnos. Los jóvenes no son ajenos a este hecho y son usuarios muy activos y adelantados de esta tecnología que permite la comunicación en tiempo real con lo que esto supone de influencia sobre las relaciones.
Su uso indiscriminado ha llegado hasta tal extremo que muchos colegios han optado por prohibir a los alumnos y alumnas llevar el móvil a las clases. Además, en algunos casos, se han llegado a producir casos de dependencia. Un aspecto que influye de manera negativa en la visión de la familia sobre el uso del móvil, es creer que la ortografía utilizada en los mensajes SMS podría aumentar el número de faltas ortográficas si esa forma de expresión se lleva a otros contextos, lo cual no es necesariamente cierto.
Muchas familias optan por regalar un teléfono móvil a los niños y niñas para tenerlos controlados cuando están fuera de casa. En estos casos, lo mejor es que se opte por un contrato de prepago para que los padres puedan controlar el gasto que hacen sus hijos e hijas y regular de forma negociada el uso del aparato. Ahora bien, conviene retrasar lo más posible la adquisición del primer móvil y una vez decididos a comprarlo, seleccionar el modelo más adecuado en función del uso que se le va dar.
Ventajas, oportunidades y posibles riesgos de las TIC
Las TIC otorgan múltiples oportunidades y beneficios: favorecen las relaciones sociales, el aprendizaje cooperativo, el desarrollo de nuevas habilidades, nuevas formas de construcción del conocimiento y el desarrollo de las capacidades de creatividad, comunicación y razonamiento. Esto debemos tenerlo muy en cuenta.
En el ámbito familiar, al reconocer la ventaja tecnológica que tiene la juventud, sobre los adultos, se abre un nuevo espacio de participación en la familia. Así las TIC, lejos de convertirse en un elemento de aislamiento, bien utilizadas podrían ser un canal de comunicación entre los miembros del hogar y no un motivo de disputa.
Ante esta postura favorable del uso de las TIC por las y los jóvenes, existe una postura de cautela, la cual indica los posibles problemas que puede causar el uso inadecuado de las mismas. Mencionamos algunos aspectos que pueden tener efectos negativos: adicción, aislamiento, contenidos inadecuados y/o violentos.
Uno de los principales motivos de preocupación, tanto para los educadores como para la familia, es la posibilidad de que aparezcan comportamientos adictivos que pueden perjudicar su desarrollo personal y social. Los medios de comunicación son los primeros en enfatizar estos casos que, aunque existen, no se pueden generalizar. En esos casos se necesita ayuda especializada.
Consejos
Los adultos deben enseñar a los menores a aprovechar las posibilidades y beneficios que ofrecen las nuevas tecnologías haciendo un buen uso de ellas.
Acordar un código familiar de uso de las TIC
Las familias deben participar con sus hijos e hijas en todas las actividades que se generan a partir de estos medios.
Seleccionar los contenidos más adecuados y limitar el tiempo que los más pequeños dedican a esta forma de ocio.
Formar un espíritu crítico ante los contenidos presentados por estos medios.
Las familias deben procurar formarse en el uso de las TICs.
Participar de forma activa y crítica, junto a sus hijos e hijas, en las actividades derivadas del uso de estas nuevas tecnologías mostrando una actitud de respeto y diálogo.
Conviene mantener un estrecho contacto con el profesorado para abordar de forma colaborativa la utilización que sus hijos hacen de las tecnologías de la información y la comunicación.
- Requerimientos Capacitación docente: el maestro debe tener cierto grado de conocimiento informático de manera que pueda guiar y acompañar el proceso que quiere llevar a cabo.
- Reconocer los recursos disponibles: Esto es evaluar el número de estudiantes por el número de ordenadores que tiene en el aula.
- Establecer normas de trabajo: Para el buen funcionamiento de las Tic´s dentro del aula es necesario que el maestro y sus estudiantes establezcan unas normas que permitan el cumplimiento satisfactorio de los objetivos planteados.
Propósito de la Tics en la Educación
Formar estudiantes capacitados para enfrentar las exigencias actuales y solucionar problemas en su contexto por medio de herramientas que la educación y la tecnología le proporcionan.
La Generación Cyber
Parte esencial de la enseñanza con las tecnologías de la información y la comunicación es conocer las características de las personas a las que se le brindará esta educación, como se relacionan, que necesidades tienen y que herramientas ha de utilizar el maestro.
Características de la generación Cyber
Prefieren el ordenador a la televisión. Crecieron junto al ordenador desde la infancia ( ya no juegan como lo hicimos nosotros en el parque, dejaron los juguetes por un iPod, mp4,nintendo wii, xbox 360, etc).Sus Principales Hobbies son Facebook ,Messenger y Twitter Se desarrollan en la era digital por lo tanto tienen capacidad en otro nivel para descifrar las informaciones. Hablan con iconos gestuales,'emoticones' , expresiones como =D,:), :(, son parte de su habla habitual.
Actividades para incorporar las tics en el Aula
Realización de Blogs. Participación en Foros y Chats. Edición de Vídeos, juegos, Fotos. Consulta de Información. Cursos virtuales.
Resulta innegable el auge cada vez mayor de las NTIC en las diferentes esferas de la sociedad a escala mundial. El desarrollo impetuoso de la ciencia y la tecnología ha llevado a la sociedad a entrar al nuevo milenio inmerso en lo que se ha dado en llamar "era de la información" e incluso se habla de que formamos partes de la "sociedad de la información". Sin lugar a dudas, estamos en presencia de una revolución tecnológica de alcance insospechado.
Pero ¿Qué son las NTIC? Existen muchas definiciones al respecto, pero nos parece acertado definirlo como "…Un conjunto de aparatos, redes yserviciosque se integran o se integraran a la larga, en un sistema de información interconectado y complementario. La innovación tecnológica consiste en que se pierde la frontera entre un medio de información y otro". Estas NTIC conforman un sistema integrado por:
Las telecomunicaciones: Representadas por los satélites destinados a la transmisión de señales telefónicas, telegráficas y televisivas; la telefonía que ha tenido un desarrollo impresionante a partir del surgimiento de la señal digital; el fax y el modem; y por la fibra óptica, nuevo conductor de la información en forma luminosa que entre sus múltiplex ventajas económicas se distingue el transmitir la señal a grandes distancias sin necesidad de usar repetidores y tener ancho de banda muy amplio.
La informática: Caracterizada por notables avances en materia de hardware y software que permiten producir, transmitir, manipular y almacenar la información con mas efectividad, distinguiéndose la multimedia, las redes locales y globales (INTERNET), los bancos interactivo de información, los servicios de mensajería electrónica, etc.
La tecnología audiovisual: Que ha perfeccionado la televisión de libre señal, la televisión por cable, la televisión restringida (pago por evento) y la televisión de alta definición.
La denominación de "Nueva" ha traído no pocas discusiones y criterios encontrados, al punto que muchos especialistas han optado por llamarles simplemente(TIC).Tecnologías de la información y las comunicación,razón por la cual, cuando comprobamos que muchas de ellas son realmente ancianas, como el teléfono que data de 1876. Lo que no puede perderse de vista es que el término "Nueva" se les asocia fundamentalmente porque en todos ellas se distinguen transformaciones que erradican las deficiencias de sus antecesoras y por su integración como técnicas interconectadas en una nueva configuración física.
Con la extensión masiva del uso de Internet, las TIC han entrado de lleno en el ámbito privado, ocupando un lugar privilegiado en las actividades de ocio, culturales, laborales y de estudio, y sobre todo han transformado la comunicación con familiares y amigos, con la Administración, con todo tipo de colectivos, con el mundo entero en definitiva, el más cercano y el más lejano.
Esta rápida evolución que acontece en las últimas tres décadas, con una aceleración progresiva colosal, ha transformado nuestra sociedad, ha modificado de manera muy relevante nuestra percepción del mundo, la forma de relacionarnos y entendernos.
La «Sociedad de la Información y Comunicación» o la «Sociedad de la información y el Conocimiento», son denominaciones con las que tratamos de identificar los evidentes cambios sociales y culturales a los que nos estamos refiriendo.
Obviamente, la institución escolar, el sistema educativo se ve afectado por esta convulsa situación de veloces cambios, cuyo origen ha estado en el multitudinario acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación al que hacíamos referencia. Las distintas administraciones con responsabilidad en el ámbito educativo han diseñado y desarrollado sucesivos programas que tenían por objeto responder a los nuevos retos que la situación descrita planteaba a la escuela, en materia de provisión de recursos, de nuevas orientaciones didácticas, de formación de profesorado, etc.
Desde el comienzo de la implantación de estas medidas crece un debate que implica a políticos, a teóricos, a profesorado de los distintos niveles educativos, a alumnado, a familiares de los estudiantes, a la sociedad en su conjunto. Un debate en permanente evolución por los continuos cambios en la percepción del valor del uso de las TIC en la escuela, que emanan de la reflexión sobre las distintas experiencias que se van desarrollando. Nuevos problemas, nuevos dilemas, nuevas controversias centran la deliberación que día a día se renueva y que tiene el importante valor de alumbrar decisiones que mejoren la calidad educativa de los Centros Escolares.
No son pocos los trabajos que en los últimos años tratan de tomar el pulso a este relativamente nuevo fenómeno que podemos enunciar genéricamente como «la introducción de las TIC en la práctica docente». Instituciones públicas y privadas han elaborado diferentes análisis y diagnósticos, de alcance autonómico, nacional e internacional, sobre el grado en que se encuentran presentes las tecnologías en la enseñanza, los tipos de recursos existentes y su aplicación a la práctica educativa cotidiana.
Suelen ser temáticas y se apoyan en el lenguaje verbal y visual. Ventajas: clara transmisión de nuevos conceptos., control de contenidos y calificación. El aprendizaje se da por repetición y memorización. La idea es aprender temas al pie de la letra y no ayuda a reflexionar ni a cuestionarse dudas. El sistema es cerrado, organizado, jerarquizado y muy competitivo. El método de enseñanza es expositivo. El conocimiento se transmite verbalmente.
ESCUELA MODERNA
Hay que entender la necesidad de modernizar y reconfigurar los sistemas educativos. Esta escuela permite adaptar al S.XXI los procesos de enseñanza aprendizaje, dotando a los alumnos de conocimiento y herramientas para su desarrollo personal y profesional, eliminando las barreras digitales. El profesorado comparte los contenidos que han creado o la información útil que disponen para hacer más eficaz el proceso de aprendizaje. Se buscan métodos más participativos por parte del alumnado, para que se motiven, que vean la aplicación de lo que estudian y que aprendan a aprender.
Desde la perspectiva de una educación tradicional y una educación contemporánea consideramos que debe ser una análisis de las mismas para optar por una o ser un conglomerado de ambas con el propósito pedagógico de mejorar la calidad de los aprendizajes; no es fácil desarraigar una concesión tradicional puesto que los parámetros de ciertos docentes están establecidos de esa manera. Tampoco se puede ser mezquina con esto debido a que también ha tenido resultados favorables.
Con los cambios vertiginosos en los diferentes campos del saber toca al maestro ser susceptible a los cambios que le depara la pedagogía moderna dado a que la globalización, la cibernética, la robótica, y la informática lo exige. El buen maestro pues es aquel que se ajusta a las trasformaciones, a las modificaciones del mundo moderno porque se correría el riesgo de desarrollar una educación primitiva obsoleta con fines incompetentes de susproductos quedarían rezagados en el subdesarrollo y en la incapacidad de poder forjar posibilidades de descogolló en el devenir de la vida.
¿Por cuál de estos dos modelos educativos se inclinaría?
¿Cuál piensa que es el más adecuado para la sociedad actual?
La educación al igual que muchos otros aspectos en el mundo se encuentra en constante evolución, lo cual ha ocasionado un cambio en los enfoques que se tenia sobre la manera como se impartían los conocimientos y sobre la manera como se veía la educación en el pasado. Por ejemplo la educación en nuestros días no es vista sólo como un derecho humano, sino también como un componente esencial del desarrollo económico y social.
Si retrocedemos unos doscientos o trescientos años y comparamos como era la educación en ese entonces con las características de la educación en nuestros días nos daremos cuenta que existe una diferencia enorme entre una y otra. Se han dado cambios a nivel de la manera como se trabajan los contenidos, los pensamientos que se tienen acerca del papel de el docente y de el estudiante, acerca de cual de estos dos actores debe ser el eje fundamental de la educación, entre otros aspectos. Pero estos cambios se los debemos en gran parte a las aportaciones de grandes pedagogos y psicólogos preocupados por la enseñanza, los métodos, materiales, espacios... Y sobre todo preocupados por los niños, sus características, conocimientos previos, intereses, motivaciones, etc...
En la sociedad feudal producto de la influencia de la Iglesia, fuerza espiritual vital y gran propietaria de latifundios, y de la clase media emergente, aparece un sistema educativo de carácter múltiple con propósitos y objetivos antagónicos como consecuencia de la pugna de los principales sectores sociales. El niño de la aristocracia, recibe una preparación intelectual superior que lo forma para las funciones más prestigiosas de la sociedad. En cambio, el hijo del siervo, no recibe instrucción escolar y está condenado, a aprender de sus padres la destreza manual para participar en las labores de producción y a asistir a la iglesia con frecuencia donde se le enseña a ser humilde y resignado con su destino.
Sólo aprende oraciones, cantos religiosos y leyes divinas. Como se puede deducir de lo anterior, la Iglesia centraliza todo lo relacionado con la educación formal mediante la creación de escuelas parroquiales, monacales y episcopales, que tienen hoy sus equivalentes en las actuales escuelas primarias, media y superior. Las estrategias de enseñanza descansan en el trabajo manual y en el aprendizaje memorístico; la mayor parte del tiempo se dedica al estudio religioso, se practica el castigo corporal y el idioma oficial de la enseñanza es el latín.
La influencia más destacable parte de un movimiento pedagógico renovador, La Escuela Nueva, que surgió en Europa a finales del S.XIX y con gran auge durante principios del S.XX, este movimiento también llamado Escuela Activa, pretendía acabar y luchar contra la escuela tradicional: el autoritarismo, el enciclopedismo, el didactismo…y centrarse en el niño como el eje en torno al cual debe girar la educación y el proceso de enseñanza- aprendizaje. Los autores que fundaron este movimiento son entre otros: Comenio, Rousseau, Pestalozzi o Fröebel, y otros autores que siguieron de primera mano las líneas de estos precursores como: Montessori, las Hermanas Agazzi, Decroly, Cleparede, Freinet.